Capítulo 34

¡Hola tributos! Siento no haber puesto capítulos en tanto tiempo, pero es que estoy muy liada...Os informo también de que lo del plagio ya se ha solucionado, no hay que preocuparse más :)
Disfrutad:

Alguien me sacude y me despierto de golpe sobresaltado. Abro los ojos y la luz del sol me deslumbra a pesar de que estoy tumbado a la sombra de un árbol. Al principio no me acuerdo de donde estoy y me pregunto por qué estoy durmiendo de día hasta que veo la malhumorada cara de Marvel. Es él el que me ha sacudido y ahora me agarra del cuello de la camiseta y me levanta del suelo. Me gruñe que es mi turno de vigilar y que la siguiente es Clove. Después, se tumba en el mismo lugar donde estaba yo durmiendo, aprovechando las mantas que yo había colocado tan cuidadosamente.

Aún borracho de sueño, ando tambaleándome y me siento en una roca haciendo un esfuerzo por no cerrar los ojos. No debo de haber dormido más de tres horas que no son suficientes para contrarrestar las infinitas horas que llevaba despierto. Me duele horrores la cabeza y decido coger un par de píldoras del botiquín para contrarrestar el dolor. Me las tomo con agua y también aprovecho para lavarme la cara y despejarme un poco. No sé lo que se supone que tengo que hacer vigilando, imagino que solo estar despierto y si hay problemas despertar a los demás, así que aprovecho para examinarme las heridas.

La herida de la mano está totalmente curada, y la del brazo aún me duele un poco, pero los puntos han surgido efecto y parece que está sanando. El tobillo ya casi no duele, el spray que me echó Kaitylin ha surgido efecto y al menos ahora puedo andar con normalidad.

Según me voy desvelando, la realidad golpea mi cerebro como una maza y una pregunta sin respuesta me asalta de tal manera que me pongo de pie de repente ¿Katniss sigue viva? ¿Ha muerto mientras yo dormía? La angustia que siento hace que no pueda pensar con claridad. Respiro hondo y me intento calmar. No ha sonado ningún cañonazo ¿o sí? No, creo que no, me habría despertado.

Una vez descubro esto me siento mejor y más calmado, además mi dolor de cabeza ha disminuido. Soy incapaz de quedarme quieto, así que decido poner algunas trampas de esas automáticas por el bosque. Uso de cebo algunas galletitas saladas que pongo al final de la jaula y las dejo activadas, esperando que tal vez luego haya caído algún conejo o tal vez otra ardilla.

No sé que más hacer, así que cojo mi antiguo cuchillo, el de la punta curvada que me dejé al lado de la hoguera e intento limpiar la sangre reseca con agua y con un trapo. Esa sangre...es la de la chica que yo maté. La preocupación por Katniss hizo que me olvidase de ella, pero ahora que sé que de momento está viva, me acuerdo de nuevo. Aún no entiendo como fui capaz de hundir el cuchillo en su carne, ella estaba indefensa y yo...yo la despojé de su vida, el bien más valioso que se puede tener a pesar de que yo esté dispuesto a dar la mía por la persona que más me importa en el mundo.

Tal vez aquella chica también tuviese a alguien a quien quería, alguien que la esperase en su distrito, alguien a quien con su muerte también le haya arruinado la vida. Además de toda su familia que la necesitaba, quizá tuviera una hermana pequeña como la que tiene Katniss, una inocente personita que se ha tenido que ver despojada de su hermana...

Pensar en esto es insoportable y en un intento de bloquear mi mente, froto el cuchillo hasta que queda reluciente y puedo ver mi reflejo distorsionado en él. Aún así, puedo apreciar que tengo una pinta horrible. El puñetazo que me dio Cato en nuestra pelea me ha dejado la cara amoratada y el ojo negro, pero no me duele a no ser que me toque. Sería peor estar muerto.

Sigo frotando la hoja, no puedo parar. Un par de lágrimas se me escapan y, de nuevo, quedarme sentado me resulta insoportable. Me levanto, tiro el trapo sucio a un lado y me ato el cuchillo al cinturón.

No sé cuánto tiempo llevo vigilando, más o menos una hora, pero como Marvel lo me ha dicho cuánto tiempo duran los turnos, decido que ya es suficiente.

Clove está durmiendo sobre uno de los sacos de dormir y la sacudo un poco diciendo su nombre. A pesar de que he sido delicado, ella se levanta sobresaltada y es entonces cuando veo el cuchillo que tenía en la mano mientras dormía. Me aparto rápidamente para que no me rebane el cuello pero aún así me hace un corte en la mejilla que empieza a sangrar enseguida. Ella se da cuenta de que soy yo el que la ha despertado y en vez de pedirme perdón, frunce el ceño enfadada y me grita:

-Pero ¿Qué se supone que haces?

-¿Qué hago yo? ¿Qué haces tú? ¡Me has cortado!-la replico.

-Pensaba que me estabas atacando.-Me explica ella.-Aquí es mejor dormir siempre con un cuchillo. No vuelvas a despertarme así o te juro que te rajo la cara en serio.

Nada más decir esto, se levanta no sin antes dirigirme una mirada que me hiela la sangre. Ya me estoy acostumbrando a este tipo de amenazas, Clove y Cato son tal para cual. El saco de dormir se ha quedado vacío, así que decido usarlo yo. Lo recojo y lo muevo de sitio, está colocado demasiado cerca de Cato para mi gusto. Vuelvo a tumbarme a la sombra de un árbol para que el sol no me moleste.

Antes de dormir, hago un rápido repaso de los profesionales con los que estoy. Marvel es imbécil, sin más; Glimmer es tonta, no tiene cerebro más que para matar y para contonearse delante de las cámaras; Cato es idiota y creo que está loco, mejor no meterse con él; Clove es como Cato y Kaitylin...Ella es muy misteriosa, no sé mucho de ella. Miro hacia donde ella duerme. Parece mucho más joven, no es más que una niña. Bueno, en el fondo, todos nosotros somos siendo unos niños a los que les el mundo les ha obligado a crecer demasiado rápido.