Capítulo 56

Siento la tardanza, ya tenéis el capítulo :)
Espero que os guste:

El estofado me sabe delicioso. Pensando que tal vez sea mi última comida decente, saboreo cada bocado, pero estoy tan hambriento que me termino mi ración en seguida. Acabo chupando el hueso de la manzana, para ignorar la sensación de tener el estómago más vacío que antes.

-Quiero más.-Pide Katniss cuando ella también ha acabado.

-Yo también. Vamos a hacer una cosa, esperamos una hora, y si no nos sienta mal, nos servimos más.

-De acuerdo. Va a ser una hora muy larga.-Responde apesadumbrada.

-Quizá no tanto.-Digo con picardía.-¿Qué estabas diciendo justo antes de que llegase la comida? Algo sobre no tener...competencia..., que soy lo mejor que te ha pasado.

Una sonrisa se dibuja en mis labios al ver la reacción de Katniss:

-No recuerdo haber dicho eso último.-Murmura.

-Ah, es verdad, eso lo estaba pensando yo. Ven aquí, me estoy helando.

Nos acurrucamos los dos dentro del saco, abrazados. Entre esto y la comida, casi puedo olvidarme de donde estamos e imaginar que hemos ido de camping, como las parejas normales, y que la lluvia ha sido la que nos ha obligado a refugiarnos en la cueva. Es un pensamiento agradable y por un momento cierro los ojos deseando que se haga realidad. Si ganamos, me digo, si ganamos podrá ser posible.

-Entonces-Empieza Katniss mirándome a los ojos.-¿Ni siquiera te has fijado en las otras chicas desde que tenías cinco años?

-Me fijaba en casi todas, pero tú eras única que me dejaba huella.

Eso es cierto. Al descubrir que nunca me iba a atrever a hablar con Katniss, intenté olvidarme de ella, pero no lo conseguí. Ella era especial y las demás chicas me parecían clones, todas iguales. Ninguna tenía esa determinación y esa fuerza interior que ya eran presentes en Katniss aun cuando contaba cinco años. Además, nadie cantaba tan bien como ella.

-Seguro que a tus padres les encantaba que te gustase una chica de la Veta.

Me imagino la situación, lo que pensarían mis padres. A mi padre no creo que le importase, de hecho, lo sabía y nunca dio muestras de estar molesto. Sin embargo mi madre estaría que trina, ella opina que los que no tienen tantos recursos como nosotros son todos unos ladrones. Puede que tenga razón, pero de todas formas, robar siempre me ha parecido una opción mejor a morir de hambre.

-No creo que les haga mucha gracia, pero no me importa. De todos modos, si volvemos, ya no serás una chica de la Veta, serás una chica de la Aldea de los Vencedores.

-Entonces...¡nuestro único vecino será Haymitch!

-Ah, será maravilloso. Los tres juntos, muy acogedor. Picnics, cumpleaños, largas noches de invierno junto al fuego recordando historias de los juegos del hamre.

-¡Te lo dije, me odia!-Protesta Katniss reprimiendo una sonrisa.

-No creo que lo haga. Bueno, puede que si, pero a mi me odia todavía más. Eres su favorita. De todas formas, no creo que la gente en general sea lo suyo.

De nuevo, siento pena por Haymitch. Si no bebiera, estoy seguro de que no sería tan mal vecino, las veces que está menos borracho y de buen humor no resulta tan odioso. Por otra parte, sería mucho pedir que dejase de beber, porque es su manera de olvidarse de los horrores vividos en los juegos.

-¿Cómo crees que lo hizo?-Pregunta Katniss al cabo de un rato.

-¿Quién? ¿El qué?

-Haymitch. ¿Cómo crees que ganó los juegos?

Me quedo pensando un rato, y al final llego a la conclusión de que solo pudo haber una manera:

-Fue más listo que los demás.-Contesto.

Ella asiente pero no comenta nada. Nos quedamos callados, escuchando el rítmico golpeteo del agua.