Capítulo 51

¡Por fin! Por fin he acabado los exámenes y he podido escribir tranquila :) ¿Hay sensación más feliz que saber que aún te queda un verano entero antes de tener que volver a estudiar? No lo creo. Así que, disfrutad del capítulo de hoy, si me da tiempo tal vez subo otro más tarde. Y a todos los que como yo tengan también exámenes, mucha suerte ;)

-No vas a ir a ese banquete Katniss, no vas a arriesgar tu vida por mi.-Afirmo con seriedad. No se lo digo, pero creo que su vida vale mucho más que la mía y todavía sigo intentando protegerla.

-¿Y quién dice que vaya a hacerlo?-Me responde.

-Entonces, ¿no vas?

-Claro que no voy ¿por quién me tomas? No seas estúpido.

No le creo.

-Que mal mientes, Katniss.-Le echo en cara.-No sé como has sobrevivido hasta ahora.

-Vale, sí que voy ¡y no puedes detenerme!-Grita enfadada, la cara roja como un tomate.

Pero, ¿a qué esta jugando? Su actitud me cabrea, Katniss sigue sin entender nada. Que yo debo morir en esta arena porque hace tiempo que lo he aceptado y que es mi deber protegerla hasta conseguir que salga viva de aquí. Y si ella va a ese festín, habré fracasado porque es casi seguro que acabe muerta. Me da tanta rabia, que noto que se me forma un nudo en la garganta y tengo que aguantarme las lágrimas.

Intento convencerla de que si va, al menos me deje ir con ella, para distraer a los demás y al menos tener una oportunidad a pesar de que no me siento capaz de dar ni dos pasos, pero no lo consigo.

Ella también me intenta convencer para que le deje ir, dice que no va a poder soportar quedarse mirando mientras yo muero sin poder hacer nada.

-No me moriré, te lo prometo, si tú me prometes que no vas.-Digo al fin.

Katniss me mira fijamente, los ojos echando chispas y sé que esta solución no le convence. Yo tampoco me acabo de creer que no vaya a intentar escabullirse sin que no me entere, pero que lo intente, total, no lo va a conseguir.

-Esta bien.-Acepta a regañadientes.-Pero vas a tener que hacer todo lo que yo te diga, sin quejas. Y comerte mi sopa ¡aunque esté asquerosa!

-De acuerdo, ¿Está ya?-Sigo sin tener hambre, pero voy a ser bueno y hacer como que sí.

-Espera aquí.

Katniss sale de la cueva y me quedo solo. Empieza hacer frío, así que me arrebujo más en el saco de dormir. La verdad es que no estoy tan seguro de si es la temperatura exterior o son los temblores que me provoca la fiebre. De todas formas, está anocheciendo ya, así que me imagino que el frío no es solo producto de mi mente.

Mi aliada vuelve al rato con la olla humeante de sopa y me la da a cucharadas. La verdad es que no está tan mala y me la como casi con gusto, llevaba mucho sin probar nada decente.

-¿Te gusta?-Me pregunta Katniss amablemente.

-Oh, si, está deliciosa. Más que eso, es magnífica. ¿Todos los majares que nos dieron en el Capitolio? Pues ni punto de comparación, esta sopa es lo más exquisito que he probado, es comida celestial. Me comería cien bidones enteros si pudiera...

-Peeta, para de hablar, estás delirando.-Me corta Katniss con una sonrisa.-Mejor tómate esto.

Me da más pastillas para la fiebre y me deja descansar. Ella vuelve a salir de la tienda y vuelve en un rato con una papilla de bayas para mi.

-Te he traído un regalo. He encontrado un arbusto de bayas un poco más abajo.

Abro la boca y trago un bocado. En cuanto lo hago, noto algo que no encaja.

-Está muy dulces.-Digo.

-Sí, son almezas, mi madre las utiliza para hacer mermelada ¿No las habías probado antes?

Otra cucharada.

-No, pero me suena mucho el sabor ¿Almezas?

-Bueno, es que son silvestres, no se encuentran en el mercado.-Contesta dándome otra ración.

-Son tan dulces como el jarabe.-Nada más decir esto caigo en la cuenta. Jarabe, eso es a lo que me sonaba el sabor de las bayas. Katniss ha echado en ellas medicina para dormir, quiere drogarme para que no pueda evitar que vaya al banquete.

Me retuerzo e intento vomitarlas, pero Katniss me tapa la nariz y la boca y no puedo respirar. No me puedo zafar y no me queda otra alternativa que tragar porque me estoy ahogando. El jarabe me empieza a hacer efecto y noto como me arrastra al mundo de los sueños. Me cuesta mucho mantener abiertos los ojos y hago un esfuerzo por no cerrarlos, intentando decir con la mirada todo lo que me pasa por la cabeza. Necesito que Katniss sea consciente de mi desesperación, de que no puede hacerme esto porque no hay técnica más rastrera, de que si va y no vuelve todo estará perdido. No sé si lo consigo o no, porque antes de poder ver su reacción mis ojos se cierran y caigo inconsciente.

No sueño nada, solo tengo la agradable sensación de estar flotando en medio de la nada. Ningún pensamiento llega a mi mente dormida y no soy capaz de preocuparme de nada hasta que las garras del sueño me dejan libre y me despierto.