Capítulo 13

Tributos, listo el siguiente capítulo :) (Supuestamente la foto de arriba es el jardín del ático, es que el capítulo queda más bonito si pongo una imagen y me quedo sin ideas) :P

Subimos al tejado y nos acercamos al borde. Me sigue encantando la ciudad, con todas sus luces, sus colores y sus ruidos. Aun a estas horas se ve mucha gente por la calle y los coches, que desde aquí se ven como pequeños puntos brillantes que pasan difuminados, también abundan. El Capitolio, la ciudad que nunca duerme. Miro al cielo y me sigue impactando la falta de estrellas. Ahora que me fijo mejor, aquí el cielo no es negro ni azul oscuro, tiene más bien un color anaranjado producto del reflejo de todas las luces. Me gusta el color naranja pero no puedo evitar pensar que este cielo es muy feo y antinatural así que vuelvo la cabeza y me veo en un pequeño jardín que hay en una esquina del tejado en el que no había reparado antes.

Nos dirigimos hacia allí y el tintineo de los carillones que cuelgan de las ramas de los árboles es suficiente para ahogar nuestras palabras incluso aunque haya cámaras grabando. Katniss se agacha y mientras finge que observa una flor comienza a relatarme toda la historia de la chica avox.

-Un día estábamos en el bosque los dos solos, esperando que apareciese una presa.

-¿Tu padre y tú?-Pregunto. Intuyo que no es esa la respuesta pero siento que necesito confirmarlo.

-No, con mi amigo Gale- Corrige ella. Siento una punzada de celos porque sé quién es Gale, el chico tan guapo que vuelve locas a las chicas del colegio. Me obligo a seguir prestando atención y ella me cuenta como la chica avox y su compañero les suplicaron ayuda y ellos no pudieron hacer nada mientras observaban como mataban al chico rebelde y capturaba a la chica.

Cuando me lo termina de contar está temblando y se ha quedado blanca como el papel mientras mira a ninguna parte. No me extraña porque la historia también me ha dejado anonadado a mi. ¿De verdad los del Capitolio son tan crueles? Que pregunta más tonta, es la misma gente que nos va a soltar a un campo de batalla para que nos matemos entre nosotros y así se puedan divertir. Supongo que la belleza de esta ciudad ha hecho que pierda objetividad, nada que sea tan bonito y luminoso puede parecer ser tan malo, aunque lo sea. De repente me siento mal aquí, me he dejado engañar y siento que no puedo distinguir lo falso de lo real.

Me quito la chaqueta y se la hecho sobre los hombros a Katniss, en un acto intuitivo. Al principio se aparta, desconfiada, pero finalmente se la deja puesta. El viento frío me pone la piel de gallina aunque no me importa. Seguimos hablando sobre los motivos que pudieran tener los dos rebeldes para huir del Capitolio.

-Yo me iría.-Digo. Me doy cuenta de que tal vez lo haya dicho demasiado alto y miro hacia los lados intentando descubrir una cámara, aunque no hay nada.- Me iría ahora mismo, si me dejaran.-Continuo. Hecho de menos mi casa, donde sabía cuál era mi lugar y donde tenemos estrellas aunque nos falte electricidad. Además la mención de Delly en la cena ha producido que eche de menos a mis amigo e incluso a mi familia. También echo de menos el calor del horno y el olor a pan. Y decorar los pasteles que exponíamos en el escaparate. Sigo pensando en esto hasta que otra ráfaga de aire me trae de vuelta a la realidad.

-Hace frío, será mejor que volvamos.

Así que entramos en el edificio y me doy cuenta de que hay otra cosa que también me corroe por dentro, Gale. Le pregunto a Katniss sobre él y me cuenta que no son parientes como puede parecer, pero si muy buenos amigos. La verdad es que no tenía esperanza de que fuesen primos. De repente ella menciona a mi padre y me cuenta lo de las galletas. Me hago el sorprendido porque no quiero que sepa que la idea fue idea mía. Finalmente llegamos a la puerta de su habitación y nos despedimos.

Yo también me voy a mi habitación y después de ponerme un pijama me acuesto con la idea de que esta noche tampoco voy a poder dormir. Sin embargo, no sé cómo, consigo olvidarme de todo y poco a poco el cansancio me puede, al fin y al cabo llevaba dos noches sin dormir: la noche anterior en el tren y la pasada por los nervios de la cosecha. Antes de quedarme dormido pienso en cómo ha cambiado mi vida en tan sólo dos días y en cómo cambiará en apenas una semana, cuando nos suelten en la arena y yo muera. He aceptado la idea y me sorprendo de lo rápido que lo he hecho, voy a morir, pero no tengo miedo. No puede ser tan diferente a dormir. Eso sí, antes de morir prometo hacer todo lo que pueda para proteger a Katniss ya que ahora mismo, ella es lo único a lo que me puedo aferrar cuando el resto de mi mundo da vueltas. Lo único que tengo claro en este momento es que ella si que no puede morir.