En Llamas: Capítulo 6

Este capítulo lo he alargado para que no me echéis la bronca jaja ;) Que os guste:

Duermo toda la noche sin pesadillas, lo que es extraño. Al final es Effie quien me despierta dando golpes en la puerta y no me queda otra que levantarme.

-¡Ya voy!-Respondo para que se marche tranquila.

Abro las cortinas para que entre luz y me asombro al ver que el sol está muy alto, deben de ser al menos las once de la mañana. Hacía mucho que no dormía hasta tan tarde. Aparte, hay otra cosa que me llama la atención. Ya no se ven laderas cubiertas de nieve, las montañas que rodean al distrito 12 se han esfumado y han dejado paso a grandes praderas cubiertas de hierba y cereal. El sol brilla y no hay ni una nube en el cielo, nadie diría que ayer nos cubríamos con abrigos de piel.

Salgo al vagón comedor y el delicioso olor del chocolate caliente me hace la boca agua. Saludo a los demás (solo están Effie y Portia) y me sirvo un generoso tazón del espeso y oscuro líquido.

-Prueba estos, van muy bien con el chocolate.

Portia me acerca una bandeja de algo que parecen finos lacitos de color tostado recubiertos de azúcar. Nunca los había visto. Pruebo uno: es crujiente por fuera y blanco y blandito por dentro, pero no tiene nada que ver con el pan.

-¿Qué es?-Pregunto extrañado.

-Se llaman churros.-Me responde Portia.-Son típicos del distrito 11.

-Están ricos.-Digo comiéndome otro. El azúcar que les cubre les hace dulces, pero sin ella tienen un regusto aceitoso. Deben hacer la masa con forma de lazo y luego freírla.

-Pruébalos mojados en el chocolate, están mucho más ricos.-Sugiere mi estilista, y tiene razón. Llevo ya comidos una docena cuando reparo en que Effie está demasiado callada.

-¿Qué haces, Effie?-Pregunto.

Esta levanta la cabeza de la libreta en la que estaba escribiendo y la peluca naranja se desplaza peligrosamente hacia atrás.

-Repaso los horarios, si todo va bien llegaremos al distrito 11 por la tarde.-Dicho esto, vuelve a inclinarse y continúa escribiendo con su bolígrafo de piedras brillantes.

Nunca la había visto concentrada tanto en algo y la curiosidad me lleva a mirar de reojo a lo que está apuntando. Con letra muy pequeñita y apretada hay escritos un montón de nombres, fechas, números de teléfonos y más cosas que no sé lo que significan.

-¿Siempre haces esto?-Pregunto extrañado, me parece un trabajo demasiado aburrido y complicado.

Effie niega con la cabeza.

-La Gira de la Victoria siempre lleva mucho trabajo, sobre todo ahora que sois dos campeones. Hay que organizar muchas cosas antes de llegar a cada distrito y concretar ciertos asuntos con los distintos alcaldes. Además, mi trabajo se ve aumentado si no dispongo de ninguna ayuda.-Añade frunciendo los labios.

Está claro que se refiere a Haymitch. Supongo que debería ayudar a Effie en todo esto, pero a parte de ser mentor, no se le ve dispuesto a hacer nada más. Como si pudiese oír mis pensamientos, Haymitch aparece en este momento por la puerta, llevando una botella de licor en la mano. Desde estas horas ya apesta a alcohol y derrama parte del líquido al derrumbarse sobre la silla. Sin saludar a nadie, coge una magdalena y empieza a darle mordisquitos. Effie suspira y vuelve a su agenda.

-Vamos Peeta, tenemos que prepararte.-Anuncia Portia.-Hoy no tardaremos mucho, te lo prometo.

Es cierto que no tardamos. Mi equipo se dedica a darme un baño rápido y frotarme la piel con un par de mejunjes. También me peinan y me afeitan la cara, aunque desde ayer no me haya salido ningún pelo. Después de afeitarme, me aplican una loción que pica mucho y hace que me entren ganas de rascarme.

Mi equipo está demasiado tranquilo esta mañana, parece que están medio dormidos. Hacen todo con desgana y apenas hablan.

Me dejan irme al cabo de un par de horas y Portia me tiende una camiseta verde de manga larga y pantalones negros. No es lo que llevaré en el distrito 11, pero es que había bajado a desayunar en pijama.

Cuando regreso al comedor, están empezando a servir la comida. Hoy hay estofado de cordero con ciruelas, el favorito de Katniss. No tengo mucha hambre, pero aún así me como un cuenco.

Todos están hablando de la gira con ilusión y acabo sumándome al entusiasmo general. Portia y Cinna me cuentan como son los demás distritos y yo me bebo sus palabras, apenas nos hablan de ellos en el colegio. Lo que más ganas tengo de ver es el mar del distrito 4, no soy capaz de imaginarme una superficie de agua tan grande. Lo comparo con el lago de la anterior arena, pero sé que no tiene nada que ver, porque desde una orilla siempre se podía ver el otro lado. Además, no había olas. Sé lo que son las olas porque las he visto en anteriores juegos, se elevan metros por encima del agua y arrastran todo a su paso. Espero que las del mar no sean tan altas.

Para cuando llega Katniss, ya vamos por el segundo plato (menos Haymitch, que sigue entretenido con la magdalena del desayuno y no ha comido nada más). Ella tiene unas profundas ojeras e intuyo que no ha dormido bien esta noche.

-Katniss, le estábamos contando a Peeta cómo es el mar del distrito 4 ¿Tú también tienes ganas de verlo?-Pregunta Cinna.

Katniss se encoge de hombros y remueve el estofado con la cuchara. Está claro que no quiere hablar, así que la dejamos en paz.

De repente, el tren se para y cesa el traqueteo. Pensamos que es una parada para repostar y nadie se inquieta hasta que viene un ayudante y nos informa de que se ha averiado una pieza del tren y tardarán una hora en repararla. Effie saca su libreta y empieza a hablar rápido y atropelladamente sobre lo mal que nos viene el contratiempo a la vez que tacha cosas y apunta otras nuevas. No decimos nada y seguimos comiendo, pero aprecio que Katniss ha dejado su plato a un lado y aprieta tanto la cuchara que se le ponen los nudillos blancos. Al final, acaba explotando como sabía que pasaría.

-¡A nadie le importa, Effie!-Grita. Todos la miramos extrañados, se ha puesto de pie de repente y tiene la cara descompuesta. Al darse cuenta, relaja la postura, pero aún así añade despreocupadamente: -Es verdad, a nadie le importa.

Después se marcha y miro a los demás sin saber que hacer. Effie está hablando indignada con Portia sobre la mala educación que tienen los adolescentes, Haymitch sigue ocupado con su magdalena como si nada hubiera pasado y Cinna es el único que me mira. Algo en su mirada me dice que soy yo el que debe ir a hablar con Katniss, así que me levanto yo también y salgo a buscarla.